Los cronistas no se pusieron de acuerdo si fue el 28 o el 29, pero en lo que si convinieron fue que el Mocho Hernández llegó a San Casimiro de Güiripa en octubre de 1899 y que su arribo, hace 110 años, causó una tremolina que hasta muertos dejó. El 22 de Octubre en horas de la tarde hizo su entrada a Caracas, el General Cipriano Castro. Al día siguiente (lunes 23), el Presidente del Consejo de Gobierno, General Víctor Rodríguez hizo entrega formal del poder al General Cipriano Castro. 70 horas después, su Ministro de Fomento, el Mocho Hernández, quien en su mocedad fue carpintero en su nativa Caracas, renuncia a las mieles del poder y se subleva por considerar que el gabinete no cumplía con las expectativas morales y administrativas. José Manuel Hernández se va a los Valles del Tuy y luego pasa a San Casimiro, perseguido por el General Luciano Mendoza, Comandante en Jefe del Ejército Nacional.
Al llegar el Mocho Hernández se producen algunas acciones que han sido contadas utilizando la presunción que solamente permiten entreverlas y no como en verdad acontecieron. Esta crónica no pretende ser la palidonia de la llegada del Mocho Hernández a la población. Todo lo contrario, quiere abordar con claridad apodíctica los pormenores de ese día en que esa cabalgata de muerte (de Luciano Mendoza) se hizo presente y que dejó en la mente de los vecinos todo el terror y desolación en aquellos que tuvieron la suerte de no morir a manos de fieros perseguidores que solo hablaban el lenguaje de la codicia y de la ira.
Algunos historiadores dicen que el Mocho utilizó la vía de Tácata para llegar a Güiripa y luego descender a San Casimiro. Esto no pudo ser, ya que la carretera que une a Cúa con San Casimiro ya era transitable desde 1873 cuando el Presidente Guzmán Blanco ordenó que se construyera. El General Luciano Mendoza era conocedor de la zona, ya que tuvo un campamento militar cerca de Tácata cuando gobernaba Guzmán. El Mocho no conocía el terreno que pisaba debido a que su carrera política y militar la había desarrollado en el territorio Yuruari, donde luchó por la integración de éste al Estado Bolívar.
Otros acontecimientos permiten contradecir lo que hasta ahora se daba como cierto. Don Pedro Manuel Álvarez y su esposa Cleotilde Portilla no pudieron recibir al Mocho ya que para la fecha de su llegada, estas honorables personas no estaban casadas, como si lo hicieron el 14 de Mayo de 1903 ante el Presidente del Concejo Municipal, Francisco Nieves. Hay otra cuestión que derrumba la inventiva de muchos cuando afirman que fue recibido por los Vargas. Esta valiosa familia comienza a conocerse a partir de don Rafael Antonio Vargas y éste, cuando llega el Mocho Hernández, contaba con 12 años de edad ya que había nacido en 1887. Otra opinión manifiesta que el Sr. Pedro Manuel Álvarez Vera dio el discurso de bienvenida al Mocho. No se puede negar pero a contracorriente aparece que “para conformar el Concejo Municipal se debía tener en cuenta que las personas en quienes recayeran los nombramientos fueran adictos al gobierno“. No se puede creer que este ilustre cueño se fuese inmolar en primavera, ya que el sabía a lo que se exponía si daba ese mal paso. Igualmente debe haber intuído de que con el tiempo podría ser el primero entre sus iguales.
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