martes, 13 de enero de 2009

Pastor Rodríguez Manzo

La obra del bardo sancasimireño trasciende la geografía de su lar nativo que lo convierte en el autor oficiante de la trashumancia al practicar la ubicuidad por la cantidad de lugares donde vivió y escribió sus trabajos literarios y periodísticos, siempre llevando entre pecho y espalda las reminiscencias de San Casimiro de Güiripa.

La vida del periodista y educador fue de un andariego consumado que escribe del poeta victoriano Sergio Medina cuando este muere el 7 de abril de 1933 en la ciudad de Maracay. Hace una magnifica composición en silva titulada “Homenaje” a la memoria de Sergio Medina, donde manifiesta el sentimiento de admiración al cantar al vate aragüeño estos afiligranados versos: “Más hoy ya no canta el bardo querido/ la inhumana tropas su vida trochó; / su lira está muda/ y sus cuerdas rotas, / porque a otras ignotas/ regiones lejanas por siempre marchó”.

Así como estuvo en la ciudad heroica de Aragua, se le ve en la ciudad jardín de Maracay donde redacta el poema “Ingenuidad” dedicado al poeta y cronista de la capital aragüeña, don Augusto Padrón. Vive y hace verso y crónicas en los Teques, Calabozo, Barbacoas, El Sombrero, Petare, San Sebastián de los Reyes y Ocumare de la Costa. En este pueblo costeño de brisa indomable crea el poema “Frente al mar”, de rima impecable donde perciben sus ojos de nómada el percutir de las olas que llegan, tocan y se van, al decir de ellas y “la sombra se moja, y a lo lejos, /en el silencio que la brisa viola, / se encarama la espuma de ola en ola/ con un rumor de oceánicos festejos”.

Pastor Rodríguez Manzo nació en San Casimiro de Güiripa el 3 de marzo de 1895. Probablemente, tal vez, se marchó de su comarca nativa un poco más del año 1920, ya que el 20 de febrero de 1920 aparece como integrante de la junta del censo electoral junto a los educadores Ezequiel Estéves y Antonio Padrón y el juez de gallera José Manuel Echezuría Romero, durante la presidencia en el Concejo Municipal de Pedro Manuel Álvarez.

Se marchó, tal vez, a los 25 años para recorrer las geografías de Miranda, Guarico y Aragua. Nació espiritualmente en Barbacoas donde fundó una escuela en la calle El Sol, en esta misma población aragüeña pone en marcha los periódicos “El Tiempo” y “Mirajes”. Luego en el pueblo de “El Sombrero” se destaca como columnista y colaborador del periódico “Horizontes”, fundado el 19 de marzo de 1933. Desde ese pueblo guariqueño colabora con el quincenario “La voz de Aragua”, periódico fundado por el poeta Augusto Padrón y los hermanos Casado, Eleazar y Luis Roberto, genuinos representantes, junto a Rodríguez Manzo, de las letras sancasimireñas.

Pastor Rodríguez Manzo también escribió en el diario “El Paréntesis” de Maracay, “El Esfuerzo” y “Panorama” de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, “El Sol” y “Horizontes” de la población de El Sombrero y en “El Llanero” y “Regional” de Barbacoas. Fue jefe civil en Ocumare de la Costa, prefecto de San Sebastián de los Reyes, cuando era gobernador Aníbal Paradisi. También fue secretario de la prefectura de Valle de la Pascua y de Barbacoas, y registrador subalterno en este último pueblo. Igualmente fue diputado de la desaparecida asamblea legislativa del estado Aragua por el distrito Urdaneta en el año 1940.

En agosto de 1932 vuelve a su pueblo natal y compone los versos del poema titulado “De Regreso”, para luego marcharse, tal vez, llevando en su mente aquello dicho por Neruda de que “yo viajo con nuestro territorio y siguen viviendo conmigo, allá lejos, las esencias longitudinales de mi patria”. Parafraseándole podríamos afirmar que en el poeta sancasimireño en su errante transcurrir por la vida “viajó su pueblo San Casimiro y siguió viviendo en él los aromas de las aguas del Toronquei y el Güiripa”.

Sirva esta escritura para recordar a tan olvidado paisano, cuando se cumplen 54 años de su muerte que ocurrió el 4 de noviembre de 1954.

Por: Salvador Rodriguez

1 comentario:

nilza dijo...

Hola amigo SALVATORE.Felicitaciones por iniciativa de aperturar esta página, orientada a resaltar la historia de nuestro terruño. Sirva mi humilde comentario como insentivo a jóvenes y adultos, para continuar investigando sobre nuestras raices y acrecentar el amor que todo coterraneo siente por el sitio donde ha nacido. Mi deseo es:QUE CONTINUEN LOS EXITOS Y QUE OTRAS PERSONAS SE SUMEN A ESTA CAUSA, PARA MANTENER VIVA NUESTRA HISTORIA. ¡Felicitaciones, felicitaciones, felicitaciones! ¡Dios os bendiga!