jueves, 30 de julio de 2009
MAESTROS IMPORTANTES
Nació en San Casimiro el 5 de diciembre de 1912, sus padres fueron Luis Coupar y Dionisia Echezuria. Estudió en la Escuela de Leopoldina de Villasana, luego con el profesor Víctor Araujo donde obtuvo el certificado de sexto grado. Hizo cursos vacacionales en el Ministerio de Educación y obtuvo el titulo de maestra normalista. El 19 de enero de 1940 fue nombrada maestra de la escuela federal primaria Nº. 3020 que funcionaba en Güiripa, el 18 de noviembre de 1959 fue nombrada maestra de la escuela nacional unitaria Nº. 1723 que funcionaba en las Dos Quebradas, hoy escuela básica “Andrés Bello” y laboró allí hasta obtener su jubilación que ocurrió el 1 de octubre de 1977; lo que indica que laboró 37 años, 8 meses y 15 días. El 22 de junio de 1970 fue condecorada con la “Orden 27 de junio” en su primera clase en honor a sus meritos demostrados en el ejercicio de la docencia. Fue catequista durante 40 años y falleció el 24 de abril de 1985 a la edad de 73 años.
CARMEN SOCORRO ESCORIHUELA DE JIMÉNEZ
Nació en Valencia Estado Carabobo el 22 de septiembre de 1933. Estudió la primaria en la escuela Don Bosco y fue fundadora del grupo escolar Francisco Iznardy. Murió el 11 de febrero de 1999.
CARMEN DE VALERO
Nació en San Casimiro el 16 de septiembre de 1926. Comenzó a trabajar a los 13 años y tuvieron que colocarle que tenia 16 años para que la aceptaran en el trabajo. Comenzó a dar clases en el año 1939. Fue condecorada con la Orden 27 de junio. Fue jubilada en la administración de Luis Herrera Campins, siendo Ministro Fernández Heres. Su labor magisterial duro 38 años. Muere en el año 2003.
AUGUSTA CARBALLO DE BLANCO
Nació en San Casimiro el 1ro. De septiembre de 1892. Inició sus trabajos el 2 de noviembre de 1938 en la Hacienda San Pedro en Monte Oscuro, propiedad del señor Pacifico Morales. Después paso a Monte Oscuro en la Hacienda de Alejandrina Carballo de Luque. Después es trasladada a Loro Abajo en la Hacienda La Quimera. Pasa a Hoyo Negro y luego de esta permanencia ira a recibir la escuela de Golfo Triste desde septiembre de 1952. Allí se mantendrá por seis años siendo este sitio el último de su trabajo como docente estadal hasta que se produce la jubilación el 1ro. De julio de 1958. En 1984 la maestra Augusta pasa a formar parte de la Asociación Nacional de Educadores Jubilados. Fallece el 10 de agosto de 1988 a la edad de 96 años.
Por: SALVADOR RODRÍGUEZ
CRONISTAS, MÚSICOS, PINTORES Y POETAS
San Casimiro de Güiripa tiene cronistas, músicos, pintores y poetas. Cronistas son: Juan Carlos Torrealba quien nos dice “que no encuentra las puertas abiertas con la gente sentada al frente viendo caer la noche en amenas tertulias” o parafraseando cuentos inventados del catire Eliseo. Contamos con José Domingo Fuentes que escribe acerca de los eternos guardianes como son Camburito y la Cumaca cual toro encerado descansa viendo zigzaguear antorchas que acaban con su ya escuálido pelaje.
Disponemos de Nilza Jiménez con sus crónicas de suspenso al estilo de Alfred Hitchcock y de narraciones sobre esquinas como la Bencomera o la Juan Esaá, bautizada por los convecinos en honor a mi padre. También con Fran Herrera y su historia de la capilla la COROMOTO en la comunidad de el LORO. Igualmente con músicos como Fileno Rafael Torrealba quien ha compuesto todos los himnos de los institutos educacionales, casa de la cultura Don Eleazar Casado, biblioteca pública Luis Roberto Casado y del Municipio San Casimiro y de tantos otros que demuestran el talento de este prolífico poeta y compositor. De Alfonso Delgado, hermano de Fileno; extraordinario músico y director de la banda Sur de Aragua. Contamos igualmente con Manuel “chicho” Delgado, director de la recordada orquesta “TORONQUEY”. De un Chucho Acevedo “El caballero del arpa”, y a quien el gentilicio le confirió el cargo de embajador musical.
También es necesario destacar la labor del cantante y compositor Rafael María Longo Esaá, quien fue el primer sancasimireño en escribir junto con José Gómez una canción sobre el pueblo titulada “Homenaje a San Casimiro” y luego grabarla para gloria de estos parajes. A Rafael María se le rindió merecido homenaje el pasado 31 de marzo en la casa de la cultura Don Eleazar Casado.
Sigamos con los pintores que dan colorido al lienzo que nos cobija con pinceladas de un Ramón Brant quien recorre las escuelas del municipio enseñando saberes como legado para la posteridad. De uno de allá de las serranías del norte: Güiripa, cuna de leyendas, curas y escritores como también tierra natal del pintor Osvaldo Gil que con pinceles de altura pintó el lienzo “la capilla de MARÍA AUXILIADORA” y posee una pinacoteca en su residencia güiripeña. De uno de acá abajo como Reinaldo Pérez, que estudió en la escuela Rafael Monasterios, y quien pinta a orillas del río Zuata, sus bodegones, nueva figuración y todo lo que se le ocurra a este genial artista sancasimireño. Otro pintor de renombre es Francisco Machado quien es uno de los autores del escudo y la bandera del municipio.
De hacedores de escritura está el novel poeta Leiman Piñango; a quien invito a recoger las musas, que escribió “El poema malogrado” donde narra en rima consonante la acusación injusta a que es sometida una niña que al final paga con su vida. Otro extraordinario poeta es Manuel Carrillo, quien nació en Camatagua y desde pequeño se quedó entre nosotros para soñar con la luna de rosca de pan de horno que nace de las manos de Lola Moreno. San Casimiro tuvo hombres que dejaron huellas imborrables a pesar de las tempestades de oprobio a que somos sometidos por censores de tinta y papel pero que a DIOS gracias son simplemente eso y no aquellos personajes de películas que coleccionaban recipientes de vidrio con hermosos cerebros bañados del mortífero formol. Hoy igualmente los tiene para seguir delineando el futuro que a veces se encabrita pero que con buen jinete vuelve afincar la huella haciéndola más profunda para las generaciones que vendrán.
CRÓNICAS DE UN SANCASIMIREÑO Por: Salvador Rodríguez
CANTO A LA CRUZ
Con los granos del alimento.
El campesino lo siembra sin desmayo
Para su propio sustento
Te cubrimos con arvejas y con trigo
Con arroz y lentejas marroncita,
Los docentes estamos aquí contigo
Para amarte cruz bendita
Te ofrecemos Cruz de mayo
Los granos de la madre naturaleza,
Que la lluvia, el trueno y el rayo
Los hacen parir de la corteza
Blancas, verdes o rojos son los granos
Que cubren tu geografía,
Y que comparten los seres como hermanos
comiéndolos todos los días
Carutico, Guambra y Rocandor
Y la Unidad Educativa El Mamón.
Te vienen adorarte con amor
Y de que nos de la bendición
N.E.R 42 – A
Autor: Salvador Rodríguez
BREVE RESEÑA SOBRE EL BARRIO EL CARMEN
Entre las familias más viejas existen algunas y otras no. Están las familias Torrealba, los Perdomo y los García, Hortencia Longo. En la casa que hoy es propiedad de Luís Díaz, la casa que pertenece a la iglesia, la de Pedro Guarapana y la familia Galindo estaban las panaderías de Federico y Elías Hidalgo y la tienda y pulpería de Diego y Jesús María Hidalgo. Al lado de la casa Zamoreña iendo al monumento de la Virgen exactamente donde vive la maestra Mariela Tortorici, estuvo el negocio de Don Ernesto Vargas y un poco más cerca de nuestros días vivió en ese mismo lugar Urbano Moreno. Para esa época no existían las casas de Santiago Gómez ni de Santos Marín, ya que era el solar de la casa de la familia Zamora. También se encuentra la casa de Rafael Vargas en la cual vive el señor Pedro León y la casa del desaparecido Músico José Castillo.-
martes, 21 de julio de 2009
Convención de Cronistas en Juan Griego
Fueron 4 días de aprendizajes y de estrechar lazos de amistad con hombres y mujeres de elevados conocimientos de la historia mayor y de esa otra historia menuda – como la llamó Luis Álvarez León – y que el poeta y cronista Miguel Ramón Utrera la definió marginal y de cuya definición – la de Utrera – nunca pudo suscribirse el cronista Álvarez León.
El jueves 18 a las 5 de la tarde fue el acto protocolar en el salón de sesiones del Palacio Legislativo de La Asunción, capital del Estado Nueva Esparta. Allí en el Antiguo Convento de San Francisco disertó durante casi hora y media, el Dr. Ángel Félix Gómez Rodríguez – Felito -, cronista del Municipio Marcano. Fueron casi 90 minutos - de este homenajeado en la cita de cronistas – de discurrir por la historia de Margarita – en griego significa perla – y el cual – el discurso – podría ser considerado como una verdadera perla de la historia de los pueblos y en especial del hospitalario gentilicio margariteño.
El viernes 19 se realizó la juramentación de 6 nuevos cronistas, entre estos el cronista de Sarare, Mario Querales y de quien esto escribe. El acto de comprometerse del cronista ante el profesor Anselmo Castillo – presidente saliente – cronista de Sanare, Municipio Andrés Eloy Blanco del Estado Lara y ante más de 190 cronistas de toda Venezuela, no es tanto, como el compromiso que se tiene ante su pueblo y la historia y mucho más en la obligación a la verdad de los hechos históricos.
Quien escribe esta crónica le tocó trabajar, en la mesa que debía definir el deber ser del cronista, junto a los cronistas: Tirso Díaz Nieves de la Parroquia Obispos del Estado Barinas, Antonio Trujillo de San Antonio de los Altos del Estado Miranda, Wilfredo Bolívar del Municipio Araure del Estado Portuguesa y José Miguel Salas Mejías, asistente de Tranquilino Saúd (92 años), cronista de Cumanacoa del Estado Sucre y quien José Miguel en sus 25 años de edad es digno heredero de Tranquilino Saúd, sabio de esas tierras de cañamelares.
El sábado 20 fue la inscripción de los candidatos para elegir a la nueva directiva que guiará a la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela - ANCOV – hasta el año 2011. En la inscripción participaron 3 fórmulas, 2 con el margariteño Heraclio Narváez a la presidencia y otra con el barinés José Alberto Pérez Larrarte. Luego del acto de votación, resultó electo el profesor Heraclio Narváez, cronista oficial del Municipio Macanao y ahora presidente de la Asociación de Cronistas de Venezuela.
Antes de concluir esta descripción, acerca de las vivencias de este cronista, en la ciudad de Juan Griego, debo agradecerles, porque sin ello no habría sido posible el viaje a las tierras de la Virgencita del Valle y el Cristo del Buen Pastor, al Diputado de la Asamblea Nacional, Abogado Simón Calzadilla y su señora Pilar, al cronista Heraclio Narváez, actual presidente de ANCOV – por quien voté –, y quien me brindó la hospitalidad que es el alma de los margariteños y de Nelly Rodríguez, secretaria de la oficina del cronista y quien escribió bastante para que alguien, cual mecenas, pudiera costear la estadía de este sancasimireño en las tierras de los guaiqueríes.
Siempre sabré agradecerles, en mi nombre, de mi familia y de los sancasimireños de buena voluntad que me alentaron a realizar este viaje inolvidable.
Crónicas de un sancasimireño
Salvador Rodríguez
La Revista Victoria
Llegó fría a las manos de quién rasguea escritura que van dejando voces del pueblo que se consiguen debajo de aleros, en zaguanes, esquinas, y entresijos de fogones como lugar sacrosanto de historias recién acaecidas. Casi en silencio se pudo despegar los pliegos de su húmedo cuerpo y mirar los aún destellos de una pretérita lozanía. Casi se rompe las palabras que entretejen las historia y versos, que en ese tiempo contaban y versificaban los cronistas y poetas, Aníbal Paradisi, Miguel Ramón Utrera y Eleazar Casado. Casi se vienen a los pies los frescos anuncios publicitarios de los comercios de José M Zamora con su ferretería y quincalla en la calle Bolívar de San Sebastián, de la Perseverancia, casa fundada en 1912, con sus víveres y mercancías, por Rafael Antonio Vargas, de la farmacia Nuestra Señora de la Caridad, de Rafael Ojeda O, en San Sebastián y de la quincallería El Sol, su tienda de confianza, de doña Sol de Lareca, ubicada en la calle Bolívar de San Casimiro.
Salvada, y con ondulaciones en su rostro y con un olor a no sé qué. Con olor a rincón – dice mi señora – lugar común en los olores, llegó a las manos de este contador de historias por la 92.3 FM “La Voz de San Casimiro”. Salvada de viejas goteras por un administrador, quien no las agarra, pero si maniata los números. 50 años de un sitio a otro – como estorbando-, de un rincón a una caja – enterrarla en el olvido-, y de esta al lugar – añejas goteras – donde sus páginas se fueron replegando hasta marchitarse su cuerpo glasé.
Fue entregada con la seguridad que tiene el funcionario de sacar cuentas. Tiritando hasta cubrirla para darle el calor que merece esta otoñal revista que pasada en años no deja de interesar por lo que cuentan sus historias y quienes las escriben.50 años hacen de este personaje que es la revista “Victoria”, que tenía de director a Rubén Castillo Baute y su oficina en la librería “Estudios” de la calle Francisco de Loreto Nro. 11 y cuyo número telefónico era el 254 y su corresponsal en la ciudad de la Victoria fue Ramón Sentís Biarnau y de jefe de redacción fungía Víctor Julio Ávila.
Hace 50 años, el editorial de la revista “Victoria” señalaba la filosofía de su razón de ser. Su título: “Nuestra Quinta Jornada”, donde afirmaba: “Un lustro cumple nuestra revista con la presente edición. Estos cinco años han sido para nosotros de continuo bregar en favor de los intereses de la colectividad aragüeña, que nos ha sabido dar el espaldarazo necesario para continuar adelante en nuestra tarea cultural. Los que han sido consecuentes lectores de esta publicación, bien saben que en todo momento hemos dedicado nuestras páginas a todo lo que involucra progreso y cultura, sin nuestra colaboración para las iniciativas creadoras y sin desatender a las aspiraciones colectivas de todo orden. El esfuerzo por sostener la revista Victoria se ha visto recompensado con creces, pues si bien hemos tenido tropiezos en nuestra trayectoria – de carácter político – no nos hemos detenido por ello, pues nuestros afanes han sido siempre los de servir al estado Aragua y a Venezuela en general sin ambiciones ni malsanas intenciones”. No termina aquí el editorial, ya que no se cita los tres párrafos restantes por razones de espacio.
De sus colaboradores, tuvo una pléyade de meritorios escritores y poetas de las letras aragüeñas, como son: Aníbal Paradisi - poeta y presidente del estado Aragua -, Miguel Ramón Utrera – premio nacional de literatura-, y Eleazar Casado- poeta y cronista e hijo del autor de Fúlgida Luna-. En su edición aniversario- Nro. 39, 1959 - , que se refiere a esta nota, escribió, Aníbal Paradisi – Villa de Cura- ,4 poemas – “Admonición”, “Cromo,” “Desierto”, y “ Bronce” – y de los cuales extraemos una estrofa del poema: “Admonición”, que copiamos a continuación: “ Poeta, maravilla de granito, / Loco y eterno caballero andante, / Tu alma es un pedazo de infinito, / Esculpido en el molde de un atlante! “
El poeta y cronista, Miguel Ramón Utrera – San Sebastián -, Escribió, Pinceladas histórico – Literarias, que tituló: “Pueblos de Aragua: San Sebastián de los Reyes”, y de las cuales copiamos: “En febrero de 1914 llegó a esta población el primer automóvil. Vino de Caracas y se consideró como un hecho prodigioso haber invertido casi doce horas en el viaje”. “La Gruta Lourdes fue inaugurada por Ilmo. Sr Felipe Neri Sendrea, Obispo Diocesano, en febrero 1909, oficiando en ella dicho prelado la primera misa. En los arreglos que para entonces se hicieron en la gruta figuraba una elegante baranda de hierro, construida en la localidad por el notable artesano Manuel L Puerta”. Continúa el ilustre cronista: “Por los años de 1888 al 90 un artista de apellido Romero Montoya se ofreció para ejecutar retratos de personas al óleo y al creyón. En sus anuncios prometía imprimir a los rostros una ‘ hermosa frescura juvenil”. “La primera planta fija que suministró electricidad a la población, fue instalada por la Cofradía de la Caridad en 1930”. De esta crónica que hizo el poeta utrera, quedaron sin nombrar 10 notas que muestran el pasado glorioso de la primogénita de Aragua.
El poeta y cronista, Eleazar Casado- San Casimiro-, escribió: “San Casimiro en el periodismo en Aragua”, y de la cual transcribimos una parte de la recensión: “Hurgando en nuestro archivo, el que siempre ofrece aspectos de maremágnum – como revelando a las claras la ausencia de intervención de otra mano buena -, y siguiendo señaladamente la ruta del periodismo local…, que nuestro propio itinerario en esa jornada de la cultura por nosotros emprendida, comprendido en su primera etapa y punto de partida. De ahí que lo primero en llevar a nuestras manos es un ejemplar de ‘Lira’ en su número VI …, y con mirada asaz indagadora, prosiguiendo, la búsqueda prestos localizamos el Nro. 10 de ‘La Voz Parroquial’, en tamaño octavo y obra del reverendo Padre Ramón María Felip”. Concluye el poeta casado con lo siguiente: “Y es nuestro periódico y revista ‘ La Voz de Aragua’ , ceñida a todos los contornos de una publicación tal, que nos ofrece bien la página científica, literaria, histórica, social, económico…, acaso para esta ocasión podamos hilvanar nuevas notas sobre periodismo local, y sea así un nuevo aporte para la revista Victoria , en su encomiable propósito de su tradición y cultura, y acometer un trabajo editorial sobre ello”.
Igualmente en esta edición – que comentamos -, se encuentra una fotografía del periódico “Lira” – Nro. VI, cuyo valor fue 0,50 – del año 1920. Otra del periódico “La Voz Parroquial, San Casimiro de Güiripa – Nro. 41 y 42 – de los meses de Junio y Julio de 1926. Igualmente del periódico “La Voz de Aragua” – Nro.25 – cuyo valor fue de bs 0,50.
Sirva esta crónica para dejar constancia de los caminos – en esa época – que tuvieron que recorrer estos preclaros hijos de Aragua para ver publicados sus trabajos y de las vicisitudes que afrontaron.
No quiero cerrar esta crónica sin agradecerle al señor Juan José Aular – Administrador del Concejo Municipal de San Casimiro- quien salvó esta reliquia del periodismo en Aragua. Por último, quería conocerla y el señor lo ha permitido.
Crónicas de un sancasimireño
Salvador Rodríguez
martes, 5 de mayo de 2009
EL RÍO SUATA
A la memoria de esas mujeres,
ciertamente mujeres hacendosas.
El vocablo Suata o Zuata se puede escribir con ese o con zeta (En La Gazeta de Caracas del 24 de febrero de 1.809, aparece escrito Zuata). Pero no es la palabra lo que permite hilvanar esta crónica, sino la contaminación y el abandono en que se encuentra el río Zuata, el de más caudal en San Casimiro de Guiripa. Otrora torrente que albergó en sus orillas de tardes inolvidables a sancasimireños y otros venidos de ciertos lugares desconocidos para estos lugareños de antaño. El río lo han venido deshilachando y ya no tiene la colcha de agua que solía mostrar en toda su belleza. Se le ha convertido en el recogelatas de los ríos sancasimireños.
El río Suata o Zuata nace en las montañas azulosas de Golfo Triste, sitio de una belleza escénica, de donde se viene bajando y en juntura con una quebrada origina el nombre de Las Adjuntas. Sigue su recorrido de cuenca de drenaje al verter dentro de su cauce, las aguas la quebrada de Polanco o la Ramonera, que tiene su naciente en las filas de Polanco. Más adelante en el paso de la Ciénega, la quebrada de Las Rosas vierte sus aguas en el río zuata. Continúa su ruta de vida y al pasar por Boca del Negro, sus aguas son bañadas por las torrenteras que bajan de El Negrito.
Desde su cabecera hasta llegar casi a San Casimiro trae en su caudal contaminantes biodegradables, los cuales se descomponen con relativa rapidez o facilidad. Al llegar a San Casimiro es recibido con el mayor desprecio y que al peor desagradable visitante no se le da el trato que se le da al río Suata. Los que habitan estos tiempos son ingratos ya que este noble torrente sirvió en épocas pretéritas para que las heroínas de las bateas incómodas lavaran la ropa entre sus aguas limpias y provechosas.
Cerca del río quedaba el lavadero que estuvo ubicado entre la casa del Deporte y la oficina del desaparecido MAC. Cuando el lavadero estaba muy concurrido, las mujeres se iban al río y un poco más allá del puente colgante “Padre Castillo” mojaban la ropa y la piedra grande servía de batea para estregar.Eran tantas esas mujeres hacendosas que pasaban mañana y tarde dentro de las aguas del Zuata. Allí lavaron las tías, María Gómez, Ana María Hernández, María Marichal de Jiménez y Carmen Domitila Jiménez. También lavaron en su torrente, Berta de Cáceres, Eleuteria (chela) Delgado de Díaz, Victoria Rodríguez, la esposa de vidú, Altagracia Arguinzones y sus hijas María Lourdes y Ricarda. Igualmente lo hizo Patricia Ruiz, mientras el negrito Pedro se metía una y otra vez entre las aguas del río. Asimismo lo hicieron Ana Carvajal de Alvis – la esposa de Sixto-, Encarnación Parra de Luque, Ana Josefa García, quien pescaba y llevó muchas veces el salao para su casa. Otra mujer que lavaba fue Evangelista Silvera de Valero quien llegaba a las seis de la tarde después de tejer casi todo el día un sinnúmero de capelladas .Cuando en el lavadero no cabía una mujer más, tomaban las bateas para lavar al día siguiente y lo hacían empapando una pieza de la ropa que enrollaban como si estuviesen amasando la harina para hacer el pan de trigo. Hay un dato importante y que es digno de resaltar, no se robaban la ropa. ¡Qué tiempos aquellos diría, Celestina!.
En el Zuata, muchos eran los pozos donde se bañaban sus pobladores. Entre los pozos de renombre estuvieron el pozo El Guamo, que estaba cerca de la casa donde vive actualmente José Agustín Riobueno (el catire) y un poco más allá, el pozo de la Caña Amarga. En la orilla del río, detrás de la casa de Rafailito Barrios se hacía adobes para la construcción de viviendas.
Hoy el río Suata está abandonado y lo han convertido en un basurero. Es un sitio que en el día te detesto, pero te soporto y en la noche te cobijo con basura. Ayer fuiste río provechoso, hoy eres mancha de aceite. Ayer fue hogar de peces, hoy es depósito de cuantos cachivaches se les ocurra lanzar a los sancasimireños de ahora, que son más estudiados que las pasadas generaciones. Hoy día algunos sacan arena y recogen piedras que venden y le pagan al río con peroles, escombros y cauchos desvencijados por el uso.
Aquí llega el río con sus contaminantes biodegradables y se le entrega en su viaje el regalo de los no biodegradables. Los habitantes de la localidad de San Casimiro padecen de ceguera colectiva y les falta la solidaridad que pone en tela de juicio todo lo que han estudiado sus hombres y sus mujeres.
En San Casimiro se junta con las aguas de el Toronquey y luego con el Guiripa que trae en su torrente el agua de Guambra, hijo del Topo los Araguaneyes. Luego de recoger todas las aguas se marcha el Suata para entregarse al Guárico y convivir juntos en el embalse de Camatagua. Es tan noble este Zuata que se devuelve para mitigar la sed de los que habitan en este valle de ciegos y faltos de solidaridad para con el harapiento río en que se le ha convertido.
Crónicas de un sancasimireño
Salvador Rodríguez