No hay más que una historia:
La historia del hombre.
Rabindranath Tagore.
No pretende esta historia ser leída como una primicia. Igualmente no es una nota novelesca, sino el resultado de investigaciones en los libros de actas del Concejo Municipal. Tampoco busca ser un tubazo al decir que el arzobispo Lucas Guillermo Castillo Hernández fue concejal en el Ayuntamiento de San Casimiro de Güiripa en los años 1914 y 1915.
El padre Luquita como todos sus convecinos le llamaban a este pastor, ejerció su apostolado por casi 15 años, desde el 20 de septiembre de 1908, que recibió la parroquia del presbítero Cándido Machado, hasta el 22 de Junio de 1923, cuando es nombrado obispo de Coro.
Estas líneas acerca de la labor de este ínclito hijo de San Casimiro de Güiripa se refieren simplemente al oficio de concejal. Para testimoniar como fue su actuación le ofrecemos el desenvolvimiento de la sesión extraordinaria del Concejo Municipal el 16 de septiembre de 1914. Dice el acta: “El concejal Pedro Manuel Álvarez propuso, en esta sesión extraordinaria por comisión del concejal no presente, párroco Lucas Guillermo Castillo, que como católico, apostólico y romano era justo y laudable que la municipalidad de este Distrito contribuyera con su óbolo a los funerales que se preparan en sufragio y descanso del alma de su Santidad Pío X. Considerada, que fue, propuso el concejal Nicolás Guevara que la Corporación prestara su contingencia de 80 bolívares para los funerales dichos. Siendo igualmente considerada esta quedó por unanimidad aprobada, acordándose la erogación de esta cantidad de la que en caja haya en la tesorería de la junta de fomento de este Municipio Capital”.
Igualmente para corroborar las afirmaciones, citamos la sesión del 14 de septiembre de 1914, “En el día de hoy se reunió el Concejo Municipal del Distrito San Casimiro, con asistencia de los concejales principales Francisco Nieves, presidente de la Corporación, párroco Lucas Guillermo Castillo y Manuel Ledezma Zamora y los suplentes Dr. Juan Pablo Echezuria y Nicolás Guevara. Se dispuso por mayoría, la erogación del tesoro del fomento de la cantidad de 400 bolívares para la compra de materiales para la obra del nuevo cementerio, oficiándole al presidente de la junta y ordenándole la erogación y entrega de dicha cantidad al presidente de la junta directiva de los trabajos del nuevo cementerio”.
Razón tuvo el gran poeta indio, Premio Nóbel de Literatura, en decir que “No hay más que una historia: la historia del hombre”. Sinceramente Lucas Guillermo Castillo Hernández nació para ser historia.
En otras entregas tocaremos el tema del trabajo desarrollado por este admirable paisano, que como ustedes leen no solo fue Salvador de almas, sino que prestó sus favores a las causas del pueblo.
Crónicas de un sancasimireño
Por: Salvador Rodríguez
sábado, 4 de octubre de 2008
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