jueves, 24 de julio de 2008

LAS CAMPANAS DE MI PUEBLO


Cuando los Sancasimireños celebrararon los 223 años de la fundación de la comarca – 06 de octubre – tomo prestado el título del poema del poeta Pastor Rodríguez Manzo para darle nombre a esta Crónica.- Los poetas Eleazar Casado y Pastor Rodríguez Manzo le cantaron a este hermoso instrumento de bronce como también escribió acerca de ellas Lucas Guillermo Castillo Lara, historiador de los pueblos olvidados, quien a través de su pluma se dieron a conocer.- En un discurso pronunciado por Eleazar Casado en conmemoración de los 180 años de la fundación de San Casimiro, el poeta se refiere a ellas de la siguiente manera: “son las campanas únicas de Venezuela… que parece que nos dan o renuevan la vida cada vez que se van a los aires, como en sus mensajes con Dios, exaltando al infinito”.- O estos versos del mismo Eleazar, “las campanas de mi pueblo, / sí que saben alegrar; / cuando las tocan bonito, / todas al aire se van, todas al aire se van! / que convidan a bailar, / a zapatear y a cantar! /.- El poeta Rodríguez Manzo en su poema “Las Campanas de mi pueblo”, capta imágenes y emociones de esperanza, alegría, ilusiones, llanto, dolor y angustias.- Así fragua su fenomenal poema dedicado a las campanas del otrora fastuoso templo.- Recorramos los versos de este insigne vate Sancasimireño sobre este sonoro instrumento: “como el eco melodioso / de las sonoras campanas / que hilvanan desde la torre / allá, en mí tierra lejana, / con sus dulces vibraciones / esperanzas en las almas”.- O estos versos que manifiestan alegría: “Cuando suben, se desgranan / las campanas de mí pueblo / quien oyera esas campanas…! / Las campanas de mi pueblo / cuando alegrías derraman / son muchachas veintiañeras / que hilos de ilusión hilvanan” /.- O de estos otros que expresan llanto, dolor y angustias: “mas cuando tocan a muerto / que llanto y dolor desgarran / con sus voces quejumbrosas /repercuten en “Las Palmas” / se enseñorea la tristeza / y la angustia visten las almas”.-
El historiador Lucas Guillermo Castillo Lara, también se ocupa de las campanas de la iglesia matriz de San Casimiro.- En el libro “San Casimiro de Güiripa, crónica de la tierra y de la sangre” este alquimista de la palabra que hurgó en la vida de pueblos olvidados por los historiadores de la historia grande y que le dio identidad para que conociéramos de ellos, nos relata que en 1878 se realiza un inventario cuando el presbítero Manuel Felipe Rodríguez recibe la parroquia de manos del cura interino el padre Benjamín Valbuena apareciendo en la relación la existencia de 06 campanas pequeñas de las cuales 04 rajadas – citada textualmente.- También da cuenta Lucas Guillermo en este libro hilvanado por la tierra y por la sangre de que el 20 de septiembre de 1908 el padre Machado entrega la parroquia al padre Lucas Guillermo Castillo Hernández, recién nombrado párroco del pueblo, y se asienta en otro inventario la existencia de 03 campanas buenas y grandes.-
Muchas son las leyendas acerca de las campanas de San Casimiro; pero entre todas existe una muy difundida entre el gentilicio y que la hacen suya como verdad irrefutable: De que las campanas alojadas en la torre derecha iban para Roma y alguien se confundió y se quedaron en San Casimiro de Güiripa.- Gracias a Dios por tan feliz equivocación.- Lo único es que están solas, ya que el reloj como vecino en la otra torre ya no se encuentra; se ha mudado a la mansión “el rincón del olvido”, gracias a nuestros gobernantes, mientras tanto las campanas lloran por el recordado vecino.-

CRÓNICAS DE UN SANCASIMIREÑO Por: Salvador Rodríguez

A la Memoria de Ramón León, que al

tocar gigantes cencerros lo hacía con -

Inigualable maestría.-

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